Idish Club


Por la PROF ESTER SZWARC Y SILVIA DVOSKIN

Expresiones, tradiciones, costumbres, historia, canciones, aromas, sabores y folklore

Un espacio para el estudio y la reflexión sobre el patrimonio cultural inmaterial. Curso destinado a quienes quieran recuperar y/o mantener manifestaciones culturales y memoria compartida que generen sentimientos de identidad y continuidad, que puedan ser transmitidos y recreados de una generación a otra.

Todos los viernes, a las 17 horas, a cargo de la Profesora Ester Szwarc, Directora Académica de la Fundación IWO.


Sensaciones, sentimientos, vibraciones,vivencias, pensamientos, cosmovisión. Ése es el mundo del idish y del Ídishkeyt que disfrutamos en el taller de Idish y Cultura Judía cada viernes a partir de las 17 horas. Nuestras ansias de saber nos llevan a bucear, planteando interrogantes y encontrando respuestas, sorprendiéndonos y emocionándonos con los valores y las normas, la historia y las historias, las costumbres y tradiciones, la música, las canciones y el folklore del pueblo judío, buscando y encontrando la calidez y la comunicación con nuestras raíces, con padres y abuelos, con nuestros mayores, disfrutando, gozando y proyectándolas hacia nuestros hijos y nietos. Haciendo realidad el «Y enseñarás a tus hijos». Enlazando en «di goldenekeyt» la cadena de las generaciones la memoria del pasado, la conciencia del presente y la esperanza del futuro.

En este tiempo tan particular que nos toca vivir y por el que todos estamos aprendiendo a transitar, nos estamos adaptando a nuevas modalidades. Sin perder la esencia. Tratando de encontrar respuestas alternativas. Y lo estamos logrando.

Somos un grupo numeroso, «ken irbu» (así seamos cada vez más). El grupo está conformado por muchos alumnos de años anteriores y muchos nuevos, que fueron ingresando a medida que se iban enterando de la existencia del taller, y con los que nos «conocemos» sólo a través de la pantalla del Zoom. Los alumnos participantes han aprendido, cada uno a su modo, a su ritmo y en la medida de sus posibilidades, a manejarse con la tecnología que nos permite continuar con las clases en medio de esta pandemia, a abrir y cerrar micrófonos para escuchar y ser escuchados, a abrir cámaras para ver y ser vistos, a pedir la palabra, a leer y escribir en el chat, a tomar apuntes en ídishen tiempo real. A hacer lo que siempre hizo el pueblo judío: encontrar nuevos caminos alternativos para vivir y sobrevivir, teniendo la seguridad esperanzada de que vendrá un mundo mejor, más justo y más equitativo. Como dijera y cantara el poeta Abraham Reizen en su canción «Dos naie lid« (la nueva canción):

«Un zol vi vait
nojzain di tsait
fun libe un
funsholem
—dojkumen vet,
tsifri, tsishpet,
ditsait — esiz
keynjolem”.

“Y aún cuando lejano esté
el tiempo de amor y paz
—ha de venir,temprano
o tarde,este tiempo —
no es un sueño”.

Ester Szwarc
Directora Académica de la Fundación IWO


ZOOMARSE a un ZOOM de Idish

Muchas cosas buenas trajo la pandemia.
Muchas cosas “muy buenas” trajo la pandemia…

¡ZOOM DE IDISH CLUB!
Promedio 70/75 años de edad
Promedio 45 alumnos por clase. ¡Y hemos llegado a ser más de 60!
Hablar y escuchar solo en Idish.
Coordinar el ZOOM DEL IDISH CLUB sin saber hablar Idish.

Tengo inmensa alegría en mi corazón por colaborar con este Club. Idish Club.
Imaginen un grupo de maravillosos y jóvenes septuagenarios construyendo una cuarta o quinta juventud. Una juventud madura, paciente, experimentada.
Una juventud con ganas de celebrar lo vivido, consolidar lo aprendido, disfrutar lo ganado y conciliar lo perdido.
Una juventud que recuerda su primera casa, sus padres, su infancia, su niño.
Una juventud respetuosa de sus menores, que comprendió que joven no es quien tiene pocos años sino quien continúa aprendiendo y creciendo.

¡Me maravilla cómo estos jóvenes, nacidos hace poco más de 70 años, demuestran en cada clase estar dispuestos a sumar los avances tecnológicos a su vida, a incorporarlos en sus prácticas y a hacerlos propios!Han demostrado tener la capacidad para adaptarse, comprometiéndose y consolidando esta nueva normalidad.

Relatados y silenciosos recuerdos, basados FUNDAMENTALMENTE EN EL AMOR AL IDISH dejan transcurrir estas clases sabiendo de respeto, de cuidado, de admiración, practicando los mejores principios y valores de convivencia.

¿Puedo estar más agradecida en acompañar a este grupo?
¿Puedo expresarles lo mucho que aprendo de ustedes y cuánto los admiro?

Esta experiencia solo podría ser mejor si yo aprendiera a hablar en Idish. ¡Eso quedara para más adelante! Mientras tanto, los disfruto y los adoro así.

¡GRACIAS, AMIJAI, POR LA OPORTUNIDAD! ¡GRACIAS A TODO EL IDISH CLUB por aceptarme!
¡Gracias, Mora Ester, por su generosidad y su paciencia!

LOS QUIERO MUCHO.
Shaná Tová Umetuká
Silvia Dvoskin
(Voluntaria de la actividad)

 

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