Juventud


Por DANA LERNER, MATÍAS BOMSE Y BRIAN BRUH

 

Este es tu tiempo de ser

En Juventud Amijai empezamos el año con mucha energía y ganas de reencontrarnos. Nos preparamos durante todo el verano para hacer de este 2020, un año increíble. A principio de marzo, todo el Tzevet (equipo) de Juventud vivió una hermosa jornada en Hacoaj. Estaba todo listo para reencontrarnos y empezar con las peulot (actividades) el sábado 21 de marzo. Pero la llegada del Covid cambió nuestros planes, así como lo hizo con los planes de casi todos. Fue entonces cuando empezamos a pensar de qué forma reinventarnos, cómo hacer para, en estas circunstancias, poder llevar Juventud Amijai a cada casa, a cada familia y a cada janij.

Primero creamos una página de internet, donde los madrijim (educadores) ponían todas las semanas juegos, videos y contenidos para sus janijim (chicos). Pero nos dimos cuenta de que no nos alcanzaba con leer solamente comentarios de los chicos. ¡Queríamos verlos! Nos propusimos empezar con peulot virtuales por Zoom, y de a poco nos fuimos acostumbrando. Los madrijim aprendieron a adaptarse a la virtualidad. Semana a semana nos sorprendieron con sus propuestas súper creativas y su ingenio para llegar a sus janijim a través de la pantalla.

Los chicos se volvieron expertos en Zoom. Extrañaban a sus amigos y madrijim. Por eso todos los fines de semana se conectaron expectantes y ansiosos por disfrutar de las peulot. Volvieron las risas, los juegos y nuevamente empezamos a sentir esa magia, que nos hace querer que sea sábado toda la semana.

Y así pasaron algunos meses, en los que cada sábado, más de 90 chicos y chicas de entre 3 y 17 años, se conectaron a Zoom para encontrarse con su grupo. Logramos compartir, disfrutar, aprender y estar cerca, más allá de la distancia.

Hasta que un día fue inevitable preguntarnos ¿qué va a pasar con el Majané (campamento) de invierno? Era evidente que no podíamos hacer el campamento al que estábamos acostumbrados. Pero no podíamos de ninguna manera quedarnos sin uno de los momentos más esperados del año. Así fue que ideamos una nueva propuesta: Majané En Casa. Pensamos en cada momento que hace del campamento una vivencia única, y los adaptamos a la modalidad virtual, para que cada uno pudiera desde su celular o computadora, vivir la magia del Majané Amijai. El fogón, sus canciones, y su ruaj (energía); peulot, para aprender jugando con nuestro grupo; havdalá (ceremonia de finalización de Shabat), para despedir shabat entre todos, cantando; y el tan, pero tan esperado,Show de talentos; estos fueron algunos de los hermosos momentos que vivimos en el primer Majané virtual de la historia de la Juventud Amijai.

El 2020 está siendo un año diferente al que esperábamos e imaginamos. Un año sumamente desafiante, que nos obligó a repensar absolutamente todo el proyecto de Juventud Amijai, de una forma que, en otro contexto,posiblemente nunca hubiéramos hecho.

¿Qué aprendizajes nos deja este año tan particular? En primer lugar, que Juventud Amijai trasciende las paredes del edificio.El proyecto vibra todas las semanas, ya sea de forma virtual o presencial, gracias al compromiso y participación de la gente que lo conforma: los chicos, las familias, los madrijim, el equipo de coordinación y los miembros de la comunidad. Aprendimos también que las situaciones de crisis, por más difíciles que sean, son también oportunidades. Por todo esto, estamos seguros de que este 5781 que estamos comenzando, nos encuentra fortalecidos, renovados, y cada día más orgullosos de lo que hacemos.

¡ShanáTováUmetuká!
Dana Lerner, Matías Bomse y Brian Bruh
Equipo de dirección de Juventud Amijai

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Te compartimos testimonios de algunos de nuestros coordinadores, madrijim y janijim.

“Como a todos, este año nos obligó a adaptarnos a la virtualidad. Los sábados se volvieron actividades por Zoom, los mifkadim (rondas de inicio) se volvieron videos en una página, y las havdalot se volvieron vivos de Instagram.
Creo que el mayor desafío que tuvimos fue lograr que todos los janijim se conectaran a las propuestas. Algunos padres nos decían que ya era una lucha conectar a los chicos a la escuela y que estaban mucho con la tecnología. A todos, los invitamos a probar, por lo menos una vez, para que vieran de qué se trataban nuestras actividades. Con el tiempo, fuimos volviendo a encontrarnos todos y lo que más me sorprende es que hasta se sumaron familias nuevas, y ya son parte como si vinieran desde siempre. Así, fuimos reencontrándonos con la verdadera esencia de lo que hacemos. No se trata de una propuesta ni mejor ni peor que la escuela, sino una distinta. Más allá de las diferencias con el estar presentes físicamente, se reafirmó el valor de lo que hacemos: los chicos quieren estar porque encuentran un espacio de juego, de encuentro con amigos, un lugar distinto que les permite salir por un rato de sus casas y conectarse a otro mundo. Si hay algo que me llevo de lo vivido, es lo que nos dijo Anto, janijá de 1° grado durante el campamento virtual: “Es el mejor día de la cuarentena, quiero que dure para siempre”.
En este contexto se vuelve fundamental para todos los chicos y chicas encontrar un espacio donde poder jugar, expresarse, reírse, aprender y sentirse en comunidad. Creo que de eso se trata Juventud, másallá de la modalidad que sea. Les deseo que vivamos unas fiestas y un nuevo año que nos haga reencontrarnos con nuestra verdadera esencia. ¡ShanáTová!”
Denise Alterman, coordinadora de Nefesh (1° a 3° grado)

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“Yo voy a Amijai porque es un lugar donde me divierto con mis amigos y la paso bien. Nunca tengo miedo de expresarme o de no encajar; Amijai es una gran familia y con el tiempo se ha convertido también en la mía. Este tiempo fue difícil para todos, pero siento que seguimos tan unidos como siempre. Las peulot son muy entretenidas y más originales que nunca. Los madrijim y roshim (coordinadores) están haciendo un gran esfuerzo para traernos todas las semanas estos juegos y actividades, y creo que puedo hablar por todos los janijim, cuando digo que, a pesar de toda la situación actual,Amijai sigue tan activo y con la misma buena onda de siempre”.
Jaia, Janijá de Meshugaim (7mo grado)

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“Hace 6 años, como janij, encontré en Juventud Amijai mi segundo hogar. Tuve el privilegio de conocer la magia y crecer como persona, llenándome de experiencias que venían acompañadas de valores. Así surgieron mis ganas de ser madrij, devolver todo lo que había recibido, teniendo la posibilidad de transmitir y generar en los janijim el amor y la pasión que siento hoy en día. Mi año como madrij empezó lleno de preguntas atípicas. ¿Cómo voy a generar un vínculo con los janijim a través de una pantalla? ¿Qué propuestas copadas se pueden llevar a la virtualidad? ¿Cuantos juegos se pueden hacer virtualmente? Todas sin respuesta. Tuvimos que buscar la forma de reinventarnos, de hacer sentir a cada janij la magia que tiene cada peulá. Empezamos una peulá a la vez, buscando exprimir cada ventaja que tiene la virtualidad y cada función que nos proponíaZoom. El tiempo fue pasando. Esperábamos junto a todos los madrijim poder ver las sonrisas que veíamos el año pasado en cada janij. Y fueron apareciendo poco a poco en cada cuadradito de la pantalla. Así pasó a ser normal la virtualidad. Tuvimos un majané en casa y ahora siento que conozco a los janijim como si hubiese compartido cuatro días completos, como siempre. De esta forma culmina esta parte del año, escuchando cada sábado a los janijim decir que es la mejor hora de su semana. Seguimos manteniendo esta gran familia que es Juventud Amijai”.
Tomás Lew, madrij de Kesher (4to grado)

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