Queridos socios y amigos,
“Cambia… todo cambia” dice una canción de Mercedes Sosa. También Bob Dylan, en su tema“The Times They Are A-Changin”, habla del cambio y con su estilo folk nos advierte que “cuando el agua crece alrededor nuestro, es mejor empezar a nadar o nos hundiremos como una roca”.
Cuántas veces hemos escuchado a nuestro Rab Ale referirse a los “cambios en la agenda” que no vemos venir y nos toman de sorpresa. De aquellas situaciones a las que tenemos que hacer frente como podemos, porque no las elegimos ni planificamos jamás.
Sin dudas, 2020 es un año de cambios. Un tiempo en el que no nos queda otra que “nadar” para no hundirnos frente a la nueva agenda que se nos impuso.
Este número del Anuario Amijai abraza esta cuestión doblemente. Por un lado, hemos elegido como eje central el significado que tiene el cambio en el mundo judío. Podrán leer en esta edición acerca de la capacidad de adaptación de nuestro pueblo a las realidades que nos tocaron vivir a lo largo de los milenios. También sobre personalidades que marcaron una diferencia en diversos campos. Les ofrecemos, en la sección principal, notas sobre esta temática, que esperamos disfruten e inviten a la reflexión. Pero el concepto del cambio no está solo en el contenido. Como podrán apreciar, esta edición del Anuario llega a ustedes en formato digital, una demostración en sí misma de que frente a la dificultad, podemos superarnos y volar más alto aún.
Sin dudas, el mejor ejemplo de lo que significa adaptarse a la realidad se aprecia en la asombrosa actividad desarrollada a lo largo de este 2020 en nuestra querida Comunidad Amijai. Quienes formamos parte de ella no podemos menos que sentir el orgullo y la alegría de ver cómo el trabajo en equipo y la creatividad se pusieron en marcha para hacer de este difícil año un logro histórico, que seguramente podremos recordar y contar a nuestros hijos y nietos. Frente a la dificultad, la tradicional actividad multifacética de Amijai creció y se potenció: los cursos variados, la educación judía, la celebración de nuestras festividades, la acción solidaria, el cuidado de nuestros mayores en estos tiempos de pandemia, las charlas y conferencias con grandes personalidades de la Argentina y del mundo y los emocionantes servicios religiosos online son solo algunos ejemplos de lo vivido este año. Amijai vive y vibra más que nunca. Los invitamos a leer acerca de las increíbles actividades realizadas, tales como “Alimentando el Alma”, “Contá conmigo”, el “Zoom del Rebe”, “Leicaj para el alma“y de muchísimas más en la sección “Vida Comunitaria”.
Una mención especial merece el enorme desafío de celebrar estos Iamim Noraim de manera virtual. Lograr transmitir el milenario mensaje de teshuvá, mantener ese espíritu colectivo de introspección y plegaria, compartir el ritual sagrado de cada servicio religioso a través de miles y miles de pantallas, requirió un esfuerzo y una demostración de amor que creo que jamás imaginamos posible.
Para esta edición tan especial, contamos una vez más con colaboradores de lujo. Algunos ya son habitués de nuestro Anuario, como el Dr. Marcos Aguinis, Santiago Bilinkis, Galit Ronen, embajadora del Estado de Israel en la Argentina; y la escritora Paula Margules, entre otros. A todos ellos, nuestro enorme agradecimiento.
En este nuevo aniversario simbólico de la Creación del Hombre, deseamos desde el Anuario Amijai que todos podamos hacer los cambios necesarios para atravesar los tiempos que nos tocan vivir, manteniendo el mensaje milenario de nuestro pueblo. Más que nunca, deseamos que todos seamos inscriptos en el Libro de Vida Plena, con mucha salud y brajot.
¡Shaná Tová Umetuká!
Laura Silberman de Swiszcz
Directora Editorial
Dear members and friends,
“It all changes; everything changes”, goes a song by Mercedes Sosa. Bob Dylan, too, sings about change in “The Times They Are A-Changin”,one of his folk songs, where he says that if“the waters around you have grown, we better start swimming, or we sink like a stone.”
We have so many times heard our Rabbi Ale refer to the “changes to our agenda” –those events we don’t see coming and which take us by surprise. Those life circumstances we must face as best as we can, because we had never chosen or planned for our lives.
2020 is undoubtedly a year of change. It is a time that calls for “swimming” in order not to sink as we face this agenda imposed on us.
This edition of the Amijai Yearbookembraces this matter in two different ways. On the one hand, our central idea in the first section deals with change in the Jewish world. You will read here about the ability of our people to adapt to the varying circumstances over the millennia. Also, about famous people who made a difference in several fields. There are many articles in this section which we hope you will enjoy and which will give us food for thought. But the concept of change is not only in the stories. As you may see, this issue of our Yearbook comes in a digital format, thus showing that when faced to difficulties, we can outperform and aim even higher.
No doubt, the best example of what adjusting to circumstances meansbecomes evident in the amazing activity carried out at Amijai throughout this 2020. All of us in our beloved Congregation are proud and happy to see how team work and creativity have combined to turn this difficult year into a landmark that we will all remember and talk about to our children and grandchildren in the future. As difficulties arose, the habitual and wide-ranging activity of Amijai increased and strengthened. Workshops, courses, Jewish education, the celebration of our festivities, social action, taking care of the elderly during the pandemic, lectures and conferences with distinguished personalities of Argentina and the world, as well as the moving online religious services are just a few examples of what has taken place in our Community. Amijai’s vibrant life is stronger than ever. You are all invited to read about amazing activities, such as “Feeding the Soul”, “Count on Me”, “The Rabbi’s Zoom”, “Lekach for the Soul” and so many more in the section dealing with Congregational Life.
It is worth mentioning what a huge challenge it has been to celebrate these Yamim Nora’im on a virtual basis. Being able to transmit the ancient message of teshuvah, while keeping up a collective soul-searching and prayer atmosphere; sharing the holy ritual at each religious service through thousands and thousands of screens, all of this demanded a great effort and display of love we never imagined possible.
For this special issue, we are again honored to count with prestigious contributors. Some of them we are happy to have once again, such as Dr. Marcos Aguinis, Santiago Bilinkis, Galit Ronen, Ambassador to the State of Israel in our country and writer Paula Margules, among others. Our gratitude goes to all of them.
On this new symbolic anniversary of the Creation of Man, all of us at the Amijai Yearbook hope we can make whatever necessary changes are needed to walk through these hard times, while keeping up the ancient message of our people.More than ever, may we all be inscribed in the Book of Good Life, with health and brachot.
Shanah Tovah Umetukah!
Laura Silberman Swiszcz
Editor-in-chief